viernes, 9 de enero de 2009

La riqueza de las naciones

La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión." (Aristóteles)


La opacidad del lenguaje provoca situaciones como la vivida hoy en clase con mis alumnos de 1º de Bachillerato. Espero que no les importe que la saque a relucir (o a lucir, según se mire) en este foro.

Tengo por costumbre, -no pretendo venderme como revolucionaria pedagoga-, preguntar diariamente la lección a mis alumnos. Además de obligarles a estudiar, los objetivos que persigo con tan novedosa actividad son otros: en primer lugar, cerciorarme de que realmente han entendido lo explicado, el necesario feed-back que dirían los cursis, y, en segundo lugar, intentar mejorar sus destrezas orales. En ésas me encontraba –preguntando por la redistribución del excendente y las famosas rentas de la tierra-cuando he comprobado que el edificio quebraba por sus cimientos. El propio concepto de ‘excedente’.

Por excedente se entiende en el contexto económico la cantidad sobrante o remanente de algo. Dicho de otra forma, la diferencia entre el valor de los bienes producidos por una colectividad durante un determinado período de tiempo y el valor de la parte de esos bienes y servicios necesarios para el sostenimiento (reproducción) de sus habitantes. La existencia de excedente se suele entender como condición necesaria para que el bienestar general de los ciudadanos de un país y, palabra mágica, para su crecimiento. No es sin embargo condición suficiente puesto que puede ocurrir, como se comprueba a lo largo de la historia, que grupos reducidos se apropien del excedente de la colectividad.

El problema económico -aunque no sólo, pues también lo es ético y político-estriba en la distribución del sobrante. Es sin atisbo de duda, uno de los asuntos que más ríos de tinta ha hecho correr en la literatura especializada, si me permiten la manida imagen. El excedente es la condición de posibilidad de la riqueza: las sociedades no excedentarias son sociedades no ricas. La cuestión puede centrarse en el reparto de la riqueza. Es obvio que cuanto menor sea el porcentaje de población con acceso a la riqueza de un país, mayores serán las diferencias de renta de un país. Esta afirmación introduce un nuevo concepto que quizás en la entrada de ayer, por los comentarios de mis alumnos, no quedó suficientemente claro. Me estoy refiriendo a la ‘renta’. Habitualmente se suele definir como el total de ingresos que perciben los propietarios de los medios de producción.

La economía de mercado se rige por un principio básico de distribución según el cual los propietarios de los factores de producción obtienen una remuneración por su uso igual a la que añaden dichos factores cuando prestan servicios productivos. De esta forma, los propietarios del factor trabajo reciben por su uso una remuneración denominada sueldo o salario, los propietarios del factor capital reciben un interés y los del factor tierra reciben una renta. De esta forma, se comprenderá mejor la idea de que dada una determinada distribución de la riqueza, los ingresos de las familias o economías domésticas estarán en función de la cantidad de factores que posean, de la parte que vendan en el mercado y de los precios que alcancen. En cualquier caso es importante distinguir entre renta y riqueza. Por ejemplo, las diferencias salariales implican una distribución poco equitativa de la renta.



Espero haber aclarado los conceptos. El lenguaje ha de ser el vehículo del pensamiento y no su freno. Me pagan por intentarlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sé que no tiene que ver co el tema pero ¿todo lo que ocurre en esta vida ocurre por algo (nihil est sine ratione de Leibniz)o hay cosas que pasan porque pasan? ¿Por qué hay tantos despidos de repente? ¿Tiene esto alguna lógica,algún sentido?

Die Rose ist ohne Warum.
Sie blühet, weil sie blühet.
Sie achtet nicht ihrer selbst,
fragt nicht, ob man sie siehet.
Sibelius

“La rosa es sin por qué; florece porque florece.
No cuida de sí misma, no pregunta si se la ve”.