sábado, 20 de diciembre de 2008

Una jornada particular

"El mundo recompensa con más frecuencia las apariencias del mérito que el mérito mismo".La Rochefoucauld



Me he descubierto canturreando un estribillo que creía olvidado. "Arriba las vacaciones, abajo el estudiar los libros a los rincones y nosotros a jugar". Permítanme la cursilería nostálgica de citar una canción infantil con la que recibíamos la llegada del descanso trimestral, casi siempre inmerecido. Ahora me encuentro en el otro lado y disfruto igualmente de la perspectiva de unos días de fiesta, aunque no pueda abandonar los libros en los rincones. UNED obliga.


La UNED de mis desvelos y a la que tanto debo. Mi universidad, sin atisbo de duda.


He dudado si salirme del guión económico y escribir esta entrada o no dejar pasar el tema. Al final me he decantado por la primera opción. Lo hago para contestar a los que a través del correo electrónico de este foro me han escrito para felicitarme por el premio. Me hace gracia porque aport una prueba más a favor de Berkeley y la idea de que ser es ser percibido. Sólo lo que se publica o aparece en la televisión existe. Aunque no revista la menor importancia y haya méritos ocultos que nunca merecerán un enhorabuena. Aún y todo, gracias.

Por eso, y para aclarar ciertos extremos voy a protagonizar esta suerte de exhibición impúdica. Porque no es un logro individual. Tiene mucho, muchísimo, de mis compañeros, especialmente de Cristina, Pedro, Eduardo, Isabel, Fran y Gemma. Y de los tutores del Centro Asociado de Pamplona. Y del Colegio Hijas de Jesús, cuyos profesores han aguantado pacientemente mi malhumor en épocas de exámenes. Y de mis alumnos presentes y pasados. Y de los que han estado conmigo acompañándome en alguna etapa. Y de los que están y han estado en todas ellas.

Me pedían una fotografía de la entrega de diplomas. Quienes me conocen saben lo mucho que me disgustan: odio atrapar los instantes, constatar que el tiempo pasa. Pero por vuestra insistencia, ahí van. Sólo dispongo de estas dos. Problemas con la batería; en realidad, encarnaciones modernas de un deus ex machina que resuelve la papeleta. En ambas, estoy muy bien acompañada por Irache y Amaya, Premios Nacionales de Educación y Políticas, respectivamente. Enhorabuena a las dos y un abrazo a todos. Decididamente, fue una jornada particular.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimo blog y brillantísima profesora (y además, guapa y simpática - quien fuera otra vez estudiante de bachiller), por lo que no me extraña que te caigan muchos premios. Enhorabuena y adelante.

Begoña dijo...

Muchas gracias y bienvenido al blog