martes, 4 de noviembre de 2008

Las horas

"Las personas se dividen en dos categorias: las que realzan la vida y las que la merman" (Virginia Wolf)

En ocasiones, la escritura actúa a modo de lenitivo. No importan ni el tema, ni la ocasión, ni tan siquiera las circunstancias. A tiempo y a destiempo. Por eso, hoy he decidido, aunque tarde, cosas del directo, completar la entrada de este cuaderno de bitácora económico. No hablaré de las isocuantas e isocostes, a las que a este paso va a parecer que odio cordialmente. Más bien es una cuestión de admitir que hay un tiempo para todo y que éste no es el suyo.

Hoy ha surgido un interesante debate en el curso de la clase de economía de 1º de Bachillerato. Hablábamos de innovación y de la necesaria protección legal que debe asegurarse a las innovaciones. O más bien de los límites de esa protección legal. Véase el caso de los medicamentos genéricos y la polémica con los antirretrovirales. Realmente es un ejemplo más de un conflicto de intereses encontrados y de difícil solución porque lo que parece claro es que la innovación es una pieza clave que permite a las empresas abandonar la incómoda posición (para ellas, no para los sufridos consumidores) de competencia perfecta que impide la obtención de beneficios extraordinarios. Por eso, Schumpeter defendía que el empresario o es innovador o no es.

Sin duda, al escribir semejantes frases estoy incumpliendo con una máxima que debe regir este blog, a saber, no anticipar acontecimientos ni utilizar términos que no hayan sido previamente clarificados. En mi descargo afirmaré que todo llegará. En realidad, la verdadera importancia de la innovación reside en el efecto difusión que provoca. Realza la vida en la medida en que amplía el campo de acción de ésta.

Curiosamente he recibido un correo con un enlace a un interesante artículo que hablaba de ecoinnovación. Sólo me queda, en llegando a este punto y a estas horas, adjuntar el enlace. Y que siga la ronda.

http://www.fundacionentorno.org/noticias/index.asp?cid=18212&mode=default

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días Begoña.
Al leer este artículo,el cual me a parecido muy interesante, me a parecido que no estaba propiamente explicado el concepto de ecoinovación referido a las empresas. Sin ánimo de ofender,he basado mi explicación en la tesis del doctor Javier Carrillo Hermosilla(director ejecutivo del centro para la gestión eco-inteligente)
-La innovación lleva al progreso da la ecoeficiencia, filosofía de gestión que permite guiar y medir el desempleo ambiental de las empresas y otros agentes en su actividad económica. Además de innovar nuevos procesos,técnicas,sistemas, productos y servicios que evitan o reducen el daño ambiental.
Los beneficios sociales de la ecoinnovación parecen evidentes. También ayudan a fomentar la competitividad de las empresas, que en mi opinión es un punto positivo ya que así se procederá a un abance en la tecnología y un abance en la relación positiva haciaa los consunidores.

Saludos, Amaya Mugueta

Begoña dijo...

Buenas noches, Amaya:
Tienes toda la razón en lo que apuntas, así que es imposible que ofendas. El puntualizar o ampliar las informaciones no tiene nada de ofensivo: todo lo contrario. Lo ofensivo, pues desacredita la inteligencia ajena y la propia, es no pensar y no reflexionar.
Muchas gracias por tu interesante aportación, de verdad.
Sólo un pequeño apunte (constructivo), ten cuidado con la ortografía.
Es una suerte contar con vuestros comentarios.
Begoña