jueves, 28 de enero de 2010

The cube


"Saber es recordar" (Libre adaptación de la teoría de la reminiscencia de Platón)
Entre los regalos que SS. MM. los Reyes Magos de Oriente escogieron para mi sobrino este año se encontraba el cubo de Rubik, versión bazar chino. Yo también recibí hace años mi ración de geometría lúdica: yo también fui una niña Rubik. De hecho, una de mis mayores frustraciones de ese día fue comprobar que dar con la solución al dichoso cubo no resultaba tan fácil como lo era a los 8 años. Me asaltó una sensación de angustia matemática similar a la de los protagonistas de la claustrofóbica The cube. Además del corolario típico y tópico del tempus fugit, la enseñanza que puede extraer fue que resolver el misterioso cubo no resulta comparable a andar en bicicleta que, según dice, es un conocimiento práctico que nunca se olvida.



No acaba aquí la historia: cuando ya había hallado consolación a mi amnesia lógico-motora, llegué al aula de 2º de Bachillerato y, oh, sorpresa, me encontre con que uno de mis alumnos era capaz de ordenar en un minuto todas las caras del artefacto demoniaco de Rubik. Y sin necesidad de levantar las pegatinas. Sin trampa ni cartón, en último término. ¿Cómo era posible? Cuando yo era niña, las claves del arcano se revelaban únicamente a aquellos a los que se profesaba verdadera amistad. ¿Ha existido algo así como una suerte de hermandad que ha mantenido vivo el secreto del cubo durante estos años en los que disfrutaba de un agradable letargo? Reconozco que la teoría de la conspiración o las logias tiene sus adeptos, pero he de confesar que no me encuentro entre ellos. Con la navaja de Ockam en la mano, he de decir que la respuesta la encontré en internet: la solución al alcance de todo el que sepa leer e interpretar los movimientos que allí se enseñan.




No crean que he decidido utilizar este cuaderno de bitácora como un instrumento de terapia personal en el que volcar mis frustraciones. El cubo de Rubik se ha apoderado de mis pensamientos cuando, al documentarme sobre el ciclo de vida del producto en el ya conocido manual de Santesmases, he leído lo siguiente: "los casos de productos que han estado de moda fugazmente ilustran esta situación, como el cubo de Rubik y las muñecas Repollo". Dejando a un lado la imposible conjunción a la que alude el autor, el caso Rubik ¿apunta a una resurrección en toda regla?




Vayamos por partes. La teoría del ciclo de vida del producto afirma que todo producto sufre una especie de evolución biológica (como las cucarachas de un viejo anuncio) que se concreta en una serie de etapas secuenciales. "El ciclo de vida del producto es el proceso cronológico que transcurre desde el nacimiento o lanzamiento del producto al mercado hasta su muerte o desaparición". Tradicionalmente se ha hablado de introducción, crecimiento, madurez y declive.



Aunque los análisis al uso en ocasiones propicien la interpretación contraria, lo cierto es que no se trata de un proceso inexorable, ni ajeno a las estrategias de marketing. Por otro lado, no todos los productos sufren esta evolución o pasan por estas fases. Precisamente para ilustrar esta idea con un ejemplo, Santesmases aludía al cubo de Rubik como paradigma de productos que después de llegar al máximo de las ventas, mueren jóvenes, esto es, saltan directamente a la fase de extinción.



Debe de ser que morir joven supone alimentar el mito o que simplemente en la teoría del ciclo de vida -por cierto, un clásico en el test de la Prueba de Acceso a la Universidad- ese producto deviene excepción a la regla general. Mientras dilucido con qué hipótesis me quedo, intentaré resolver el cubo. Sin cambiar las pegatinas o mirar en Internet. Saber es recordar, dijo alguno.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días Begoña,

Debo decir que yo también puedo unirme a esa frustración ante el dichoso cubo Rubbik; cuando a mi me regalaron uno tampoco fui capaz de resolverlo, así que solté las pegatinas y las pegue donde a mi me apetecía para que quedara bonito. Hasta ahí llego mi paciencia con el juguetito. Pero ahora, todo hay que decirlo, youtube y la gente que se ofrece a una pequeña ayudita sobre como hacer el cubo, es de una gran ayuda.

La entrada de hoy de tu cuaderno de bitácora ha sido algo que he podido comprender con facilidad, porque por suerte, lo explicaste recientemente en clase. He podido observar en alguna imagen que otra vez, nuestro querido Internet ha podido mostrarme, que en medio de la fase de introducción y crecimiento, se encuentran las turbulencias. He comprobado que esta fase, intenta explicar lo siguiente: “Ahora irrumpen los seguidores, los imitadores y un cierto cansancio de la demanda puede frenarla. Es el momento cumbre para el asentamiento definitivo del producto.
Para no vernos superados por imitadores que copiándonos nos mejoren, tenemos que estar despiertos para mejorar el producto día a día.
En esta fase se inician los beneficios, pero también debemos fidelizar consumidores y distribuidores. Segmentar para poder ofrecer productos mejor adaptados a todos nuestros consumidores y poder fidelizarlos aún más.”

¿Quiere esto decir, que esta fase puede decidir si un producto puede tener mejor o peor éxito? ¿ mayor o menos fidelidad respecto a sus clientes?

Pero ahora otra duda que tengo; según estas “teorías” todo producto tiene una fase de declive. Bien, Internet también es un producto, ¿ obtendrá también su fase de declive, o será un continuo crecimiento y madurez? Si este producto obtiene la ultima fase, tendrá que ser porque alguien ha inventado una nueva forma de comunicación que nuestra mente no llega a alcanzar.

Saludos, Adriana Errea.

Anónimo dijo...

Buenas noches Begoña,

Primeramente querria decir que a mi la verdad nunca me regalaron un cubo de rubik, aunque debo decir que si he jugado alguna vez y no logre resolverlo.

Tu entrada ha resultado ser interesante la verdad, y he podido comprenderla mejor puesto que, el año pasado, en la asignatura de 'iniciacion a la vida profesional y adulta', ana cirauqui nos enseño y mostro el ciclo de vida de un producto, como va pasando por las distintas fases hasta que finalmente cae en el olvido, por decirlo de alguna manera. Esto pasa a la mayoria de los productos como bien es sabido, un claro ejemlo seria los sistemas operativos de windows, aunque tambien es verdad, que como dices en el texto, hay otra serie de productos que no caen en el olvido y que incluso aumentan sus ventas, el clarisimo ejemplo de esto lo consituye la famosa marca 'coca-cola', aunque tambien otro tipo de ejemplo lo constituirian las marcas de guitarras, como seria el caso de las guitarras fender, las gibson o las ibanez, algunos modelos de estas guitarras de los años 50 valen un paston ahora mismo(independientemente de si estan o no en buen estado).
bueno, espero haber podido aportar algo a este tema.

Saludos, David Irañeta.

Anónimo dijo...

Un saludo Begoña,

En primer lugar quiero decir que no comparto vuestra frustración por el cubo de rubik y os diría que el cubo de rubik es uno de los rompecabezas mecánicos más sencillos y fáciles de aprender. Lo único que se necesitan son ganas y tiempo. En mi caso, yo aprendí a hacer el cubo de rubik tres días despues de mi decimosexto cumpleaños en el cual pedí a mis padres que me lo compraran. No necesite ayuda alguna y os animo a intentarlo.

También diré que me ha gustado esta entrada de blog me parece muy interesante y ademas es un tema que me agrada (sobre todo el ejemplo).
Tengo que decir sobre la vida biológica de un producto que es cierto que una gran cantidad de productos tienen una vida finita ya que la mayoría de productos sigue una curva consistente de crecimiento, madurez y declinación, hasta su desaparición o perdida de interés.
Y quiero decir gran porque hay objetos y materiales que no sufren esta degradación como el cubo de rubik que sigue siendo tan famoso como el primer día que lo sacaron (1974) o como las guitarras que siguen siendo las mismas como ha dicho david irañeta en su comentario y otros materiales como el nylon que sigue siendo utilizada para fabricar los mismos productos que hace 50 años también es verdad que ha ido ampliando su ciclo de vida en función de nuevos desarrollos y nuevas aplicaciones.
Y en la pregunta que ha hecho Adriana sobre si internet puede tener un declive, en mi opinión yo creo que no (y si es que si, nosotros no estaremos aquí para verlo), porque es un medio muy extendido y amplio donde se encuentran todos los conocimientos conocidos.

PD: Si quieres vuelvo a llevar el cubo a clase o a nuestro proximo viaje de estudios.

Un saludo Jon Platero

Begoña dijo...

Buenas tardes, Jon:
Buen debut como comentarista. Sólo un pequeño matiz. El cubo de Rubik estuvo durante unos años fuera de juego. De hecho, cuando comencé a impartir la asignatura nadie conocía el famoso juguete. Se trata de una curiosa excepción a una regla que, como todas, admite sus incumplimientos.
En cualquier caso, estoy encantada de que lleves el cubo a París y me recuerdes mi infancia perdida.
Un saludo y suerte con los exámenes de mañana.
Begoña