domingo, 1 de febrero de 2009

Breve encuentro

"Dila -Dijo don Quijote-, y sé breve en tus razonamientos; que ninguno hay gustoso si es largo"
Miguel de CERVANTES SAAVEDRA


La realidad se impone. Dispongo de pocos minutos para esta cita; tómenla como una llamada telefónica rápida o un mensaje de correo electrónico escueto pero eficaz. Al menos ese es mi objetivo de hoy.


Acabo de corregir los controles de mis alumnos de 1º de Bachillerato. La buena noticia es que casi todos están aprobados. La mala reside en que algunos no han seguido la regla de oro que afirma que la economía no sirve a las matemáticas; se sirve de ellas, por lo que una cifra aislada sin interpretación es lo más parecido en el mundo económico al más absoluto mutismo en las relaciones humanas.

Uno de los problemas consistía en calcular el PIB por el método del gasto. Uno de los tres posibles que en otro momento explicaré. Hoy quiero centrarme en uno de los componentes del gasto que es normalmente objeto de enconados debates. Me estoy refiriendo al gasto público.

El gasto público comprende el consumo del sector público, es decir, el gasto en bienes y servicios (por ejemplo, las jeringuillas que permiten la extracción de sangre) y las adquisiciones de inversión, compras de capital realizadas por los diferentes organismos que componen el sector público.

Es fundamental entender que no todo el dinero que gasta el sector público se computa en el PIB. La razón estriba en que se excluyen de su cálculo los pagos de transferencias, esto es, pagos que realiza a las familias o economías domésticas sin recibir contraprestación (por ejemplo, becas de estudio). Las transferencias más significativas son las pensiones y subsidios de desempleo netos de contribuciones de trabajadores y empresarios y los intereses de la deuda pública. No se incluyen en el PIB porque en el fondo suponen una redistribución de la renta y no una adquisición de bienes y servicios. Hay que señalar también que no todo gasto es una compra y en el PIB sólo se incluyen las compras.

Un examen a vista de pájaro de un concepto que tal vez ofrecía ciertas dificultades para su comprensión. Espero haberlas disipado. Feliz domingo lluvioso.

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