miércoles, 4 de febrero de 2009

Drowning by numbers

"Se ha pretendido que el mundo esté regido por números; todo lo que yo sé sobre esto es que los números dicen si un país está bien o mal gobernado" Johann Wolfgang von Goethe.

Desde una concepción positivista de la ciencia que erige una barrera insalvable entre hecho y valor, la actualización de las cifras de desempleados que se dieron a conocer ayer es un dato que ha de ser analizado desde una perspectiva científica. No comparto esa visión, como he dejado caer en muchas entradas. Resulta complicado tomar distancia y vestirse con la bata blanca de la asepsia científica ante lo que para 200.000 nuevas familias es un drama. Pero, incluso la aproximación más fría al problema ofrece una óptica halagüeña- Lo cierto es que el ritmo de crecimiento de la tasa de desempleo resulta, ciñéndose únicamente a los datos, significativamente elevada al menos en comparación con el resto de los países de la Unión Europea.

Un análisis somero de estos datos apunta a la conclusión más evidente de que, pese a compartir el mismo entorno macroeconómico global, el problema del paro es sensiblemente más grave en España que en el resto de países de la Unión Europea.

No pretende este foro dar con la receta más adecuada para solventar el problema. Entre otras cosas porque, en ese caso, su autora no se dedicaría a la enseñanza sino al servicio público. Mi objetivo es más modesto: pretendo dar unas pinceladas grosso modo sobre las políticas de empleo que suelen figurar en los manuales y que considero pertinente que mis alumnos comprendan. Algunas de las soluciones no han perdido su vigencia a juzgar por las declaraciones de ciertos agentes económicos en algunos medios de comunicación.

El manido recurso a la flexibilidad del mercado de trabajo como solución al problema viene de la mano de quienes consideran que el desempleo es consecuencia de las barreras (v.g. indemnizaciones por despido) que impiden un ajuste automático. Los considerados neoclásicos. A pesar de cargar con el coste de la precarización del mercado laboral, los contratos temporales y el despido más o menos libre serviría para abaratar los costes y permitir, de esa forma, que el mercado se ajuste por sí mismo, siguiendo la ley de la oferta y la demanda.

La política fiscal también puede ser indirectamente una adecuada política de empleo puesto que determinadas medidas de estímulo fiscal, conducentes a la reducción de los costes salariales de las empresas, pueden suponer un incremento de la demanda de trabajo. Estos incentivos, nuevamente la palabra mágica, provendrían de la reducción de las cotizaciones a la seguridad social o del pago de determinados impuestos o por la concesión de subvenciones a las empresas que contraten trabajadores que, normalmente, se topan con más dificultades de acceso al mundo laboral.

Otra política de empleo ya tradicional, de corte keynesiano, defiende la necesidad de incrementar el gasto público con el objetivo de aumentar la demanda agregada. Estas políticas se articularín través de la contratación directa por el Estado o mediante la materialización de obras o inversiones públicas. Es lo que lo se ha denominado el “efecto multiplicador del gasto público”.

Evidentemente, se trata de una simplificacón. Pero no hay que perder de vista nuestra condición de principiantes. Aunque suene a verdad de Perogrullo, este hecho nos obliga a comenzar por el principio. Sin olvidar que no sólo se trata de números.

3 comentarios:

Joaquín dijo...

Buenos días a todos,

Begoña, bendita simplificación: en tres párrafos has descrito perfectamente las tres recetas contra el desempleo por excelencia: flexibilidad del mercado laboral, política fiscal e incremento del gasto público.

En cualquier caso, en mi opinión España tiene tres aspectos propios (sí, sí, han leído bien ¡por una vez son tres y no dos!) que hacen que el problema haya que tratarlo con recetas específicas.

España está destruyendo empleo a un ritmo superior al del resto de países de la UE. Sin embargo, también es cierto que durante la última década el ritmo de creación de empleo fue también superior al promedio.

¿Qué sucede en España para que el empleo sea más volátil que en otros países?

En mi opinión, los tres aspectos de nuestra economía (uno estructural y dos sectoriales) que nos diferencian de los demás son:

1.- INVERSIÓN EXTERIOR (factor estructural). La economía española ha estado sostenida en su base (sectores "largoplazistas" como el industrial) por inversión proveniente de fuera de nuestras fronteras. Esto nos plantea un problema cuando las cosas van mal en general, ya que las principales decisiones no se toman aquí.

Por contra la inversión propia, mucho más atomizada, ha ido dirigida a sectores y subsectores más "cortoplacistas" (turismo-hostelería, construcción...), con una estructura laboral mucho más volátil.

2.- SECTOR TURÍSTICO. Pilar fundamental del crecimiento español desde el último tercio del siglo XX. Además, es fuertemente dependiente del turismo exterior. En un contexto de crisis mundial, las previsiones no pueden ser nada optimistas.


3.- SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN. Desde los últimos años del siglo pasado hasta éste, ha sido el sector estrella de la economía española. Iniciado por la liberación de la banca en los 90 (que hizo disparar la demanada de viviendas en propiedad) y fortalecido por las políticas de de protección oficial de acceso a la vivienda en propiedad (a mi juicio un grave error, que algún día intentaré explicar ya que "no necesitamos propiedades sino viviendas, y el que necesite propiedades que se las pague"). Esto ha fomentado la aparición de una burbuja (palabra harto escuchada estos meses), un crecimiento ficticio, que ha llevado al sector a un callejón sin salida (aunque hay gateras) y con actividad nula.

Las recetas, que algún día me gustaría explicar pero que hoy soy consciente de que me he pasado:

1.- INVERSIÓN PROPIA. Políticas de fomento de I+D+I en serio: a través de planes estratégicos de innovación (que requieren de una larga fase de análisis que todos los gobiernos se quieren saltar, puesto que no da un rendimiento inmediato). Unida a medidas fiscales de apoyo a la innovación.

2.- SECTOR TURÍSTICO. Creación de una adecuada red de Industrias Turísticas. Hago incapié en considerarlas "industrias", ya que se tiene que implantar verdaderos "procesos" que hagan al sector "eficiente" y "productivo".

3.- CONSTRUCCIÓN. Reconversión del sector. Actualmente está sobredimensionado como consecuencia de la "burbuja". El excedente habría que reconvertirlo en toros subsectores como, por ejemplo, el de las rehabilitaciones (inexistenete hoy) y el medioambiental.
Implica un abandono de las actuales políticas de protección oficial, una nueva regulación del mercado inmobiliario en cuanto a alquileres alquileres y una nueva regulación financiera que posibilitase la creación de provisiones para el sector (tranquilícense, no lo voy a desarrollar).

Difícil? Sin duda...

Siento haberme excedido

Anónimo dijo...

Hola a todos:
He descubierto este blog por casualidad: es una gozada leeros a Begoña y a sus comentaristas.
Saludos:
Pedro

Begoña dijo...

Buenas noches a los dos:
En primer lugar, bienvenido, Pedro; celebro que la casualidad te haya traído a este foro y espero "fidelizarte". En segundo lugar, no puedo estar más de acuerdo contigo cuando afirmas que te gustan los comentarios. Sin duda a mí también.
Joaquín ha puesto el dedo en muchas llagas "estructurales" y sectoriales. El reducido espacio que tengo (o me impongo, aunque admito que tiendo a la sobredimensión) en este foro, me lleva a pasar por alto ciertas matizaciones que son obligadas. Básicamente las que ha apuntando Joaquín de un modo en extremo clarificador. No quiero repetir tus tesis, pero sí deseo incidir en la importancia de una solución que propones. Me estoy refiriendo a las políticas de fomento de I+D+i (para los alumnos de 1º, Investigación, desarrollo e innovación). La dificultad de su implementación es obvia en la medida en que tales planes estratégicos sufren de la restricción inherente al cortoplacista ciclo político. Otro tipo de políticas más ruidosas (que no sonoras, como tú bien sabes) lucen más y son más rentables electoralmente (variable de extrema importancia en los mentideros políticos). Ésa sin duda es la madre de un cordero que a este paso no va a llegar a oveja.
Nuevamente, muchas gracias por enriquecer el debate.
Begoña