jueves, 16 de octubre de 2008

¿Especialización o diversificación? La eterna cuestión

"Un ser humano debería ser capaz de cambiar un pañal, planear una invasión, despiezar un cerdo, ensamblar una barca, diseñar un edificio, escribir un soneto, hacer un balance, levantar una pared, expresarse en otro idioma, remendar un hueso roto, confortar a un moribundo, obedecer órdenes, dar órdenes, cooperar, actuar en solitario, resolver ecuaciones, analizar un nuevo problema, esparcir estiércol, manejar un ordenador, cocinar una comida sabrosa, sufrir con entereza y luchar eficientemente.La especialización es para los insectos"
R. Heinlich. (Tiempo para amar, 1973)

¿Especializarse o diversificar? Probablemente sea la cuestión. Más o mejor. Cantidad de tareas o calidad en las tareas. Estos han sido tradicionalmente los términos de la alternativa. Una prueba más de que el lenguaje juega un papel fundamental en nuestra forma de hacernos con la realidad. Hasta el refranero añade su granito de arena para inclinar la balanza hacia la especialización. "Quien mucho abarca poco aprieta".

Pero si la falaz disyunción se plantea en otros términos, la decisión no es tan sencilla. A la cita que da paso a esta entrada me remito. El hombre del renacimiento adversus el especialista del siglo XXI. Da Vinci o B. Gates. ¿Vivimos en la era que Max Weber caracterizó como propia de "especialistas sin alma y vividores sin corazón"? Sin duda, son cuestiones interesantes y apetecibles que, como habrás intuido, querido internáuta, reservaré para otra ocasión.

En segundo de Bachillerato estamos analizando el proceso de crecimiento de la empresa, entendida a modo de un ser vivo que tiene que adaptarse a un entorno en ocasiones hostil y siempre turbulento (a las pruebas me remito). Las semejanzas con la teoría de la evolución de las especies son innegables. La supervivencia está reservada para las empresas más fuertes: las que desarrollan estrategias que les permiten adaptarse a todas las vicisitudes que les depara el entorno. En este proceso de crecimiento sostenido y llegadas a un punto de desarrollo necesario las empresas deben plantearse la cuestión que da título a esta entrada. ¿Especializarse o diversificarse? ¿dónde buscar las ventajas competitivas? Incidir en lo que se sabe hacer y aprovechar el efecto experiencia y las posibles economías de escala alcanzadas en la producción de los bienes habituales o la certeza del suelo firme que supone un mercado conocido o, por el contrario, lanzarse a la aventura y apostar por nuevos productos o mercados. ¿Qué es mejor? De nuevo, las trampas del lenguaje. La pregunta no es correcta o al menos no es completa.

Pero la discusión del porqué la dejaré para otro día. Cuando mis alumnos de 2º de Bachillerato hayan reflexionado con calma. Cuando aporten datos y razonamientos. Hasta entonces, pues.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Buenas noches Begoña:
Bueno por mi parte pieso que las opciones de diversificarse o especializarse son relativas según el concepto de empresa que quieras tener.

Para una empresa con gran trayectoria y con un nombre afamado en ocasiones podría ser una buena opción el especificarse, para tener la confianza de sus clientes de siempre y a la vez poder captar a personas en el mercado que quieran hacer las cosas de una forma segura y confiar en algo que consideren seguro.

Y lo contrario, la diversificación, lo considero mas apropiado para empresas con un nombre que teniendo un nombre, pero que este sea sinónimo de riesgo o aventura..., diversifiquen para captar un tipo de clientes con ganas de pobrar algo nuevo, algo que les pueda ser tanto útil como novedoso.

En conclusión todo dependería de la forma de dar a entender a tus clientes el proceder de tu negocio.

Clara dijo...

Hola Begoña,
Lo prometido es deuda y como dije por fin he encontrado un hueco para dejar un modesto comentario en este interesantísimo blog.
Y es que el tema me interesa. La pregunta la recuerdo perfectamente y coincido contigo en que se trata de la eterna cuestión. Sin embargo, personalemte opino que la especialización es básica aún cuando nos decidamos a diversificar; ¿ya que no es cierto que nos especializaremos también en el nuevo producto que hagamos, intentando buscar economías de escala o incluso economías de experiencia?
En definitiva, personalmente apuesto por la especialización no dejando de lado la idea de diversificación.

yaiza dijo...

Buenas noches Begoña:
Bueno, pues aprovecho un ratito, que me funciona el ordenador, para dejarte un comentario en este interesante blog:
En mi opinión, creo que especializarse es mejor que diversificar, porque como tu bien dices en el blog, "quien mucho abarca poco aprieta"; yo entiendo este refrán, en el campo de la economía, como un consejo de no querer tener la máxima cantidad de clientes, sino conseguir unos clientes fijos y "fieles" a la empresa. Quiero decir, que si te especializas en un producto, los clientes lo verán como el producto de mejor calidad. En cambio, si diversificas tendrás más clientes, pero no creerán en la alta calidad del producto.
Aunque también creo que diversificarse dentro de su especialización es mejor para el buen desarrollo de la empresa, (quiero decir, que si por ejemplo, un pastelero hace muy bien las galletas, me parecería bien que produjera también bollería, porque así puede ampliar su cuota de mercado, pero dentro de su rama, y obtener mayores beneficios). En cambio, no creo que fuera bueno que diversificara su producción hasta el punto de vender, por ejemplo, comida prefabricada.

Begoña dijo...

Da gusto leeros a los tres.
Me ha parecido interesante el matiz que introduce Clara cuando señala que toda diversificación comporta, en el fondo, una especialización que tarde o temprano llegará. Esa puntualización apunta a una cuestión previa: la disyunción planteada en la pregunta no es excluyente. Se puede diversificar en un inicio para posteriormente especializarse. De hecho, todas las empresas aspiran a ser especialistas en los productos que ofrecen al mercado.

Coincido con César en que la diversificación es más adecuada para empresas que tienen "un nombre". Ahora bien, no debemos olvidar que quien más tiene más arriesga. Me explico. Las empresas con una imagen de marca y una posición consolidadas arriesgan mucho al diversificar, porque nada les garantiza que su aventura sea exitosa.

Yaiza apunta a lo que se llama diversificación homogénea como estrategia adecuada (además de a la especialización). Tiene razón en la medida en que supone arriesgar menos.
Además añade otro interesante matiz y es la necesidad que tienen las empresas en un contexto competitivo de fidelizar a los clientes actuales. Ahora bien, las organizaciones no se quedan ahí: intentan ampliar su cuota de mercado y arañar clientes a la competencia.

En cualquier caso, si queréis profundizar más en el tema podéis pinchar en este enlace.

http://www.eumed.net/tesis/mggs/1l.htm

Muchas gracias por vuestra participación

Unknown dijo...

Buenas noches a todos:

Tras mucho dilatar mi iniciación en este blog, estoy aquí para comentar el no poco publicitado blog de Begoña.

Primeramente, quería apuntar a que estamos en un panorama económico en el cual sólo sobrevive el más fuerte. Y con esto quiero decir, que el concepto de "cliente fiel" prácticamente se ha extinguido en el ámbito de la economía y el comercio.

Podemos hablar de "cliente fiel" en un pueblo pequeño en el que haya muy pocos habitantes y únicamente una tienda o como mucho dos que se dediquen a vender productos de la gama.
Pero, lo que no podemos hacer es hablar de "cliente fiel" en una ciudad en la cual hay diez o quince tiendas diferentes para vender el mismo tipo de producto (ya sea ropa, alimentación, productos de belleza, etc.)Y en el que la publicidad y las ofertas están a la orden del día.

Hoy en día, el cliente común no se mueve por "fidelidad" o amistad. No en la mayoría de los casos. El nuevo consumidor del siglo XXI lo que busca es una buena relación calidad-precio, simpatía y carisma por parte del dependiente y sobretodo que lo que vaya a adquirir se adapte perfectamente a sus gustos y necesidades.
En estos tiempos que corren (crisis), somos capaces de ir hasta el otro extremo de la ciudad si con ellos nos ahorramos cinco céntimos. Y no quiero entrar en lo que a "tacañería" se refiere sino que, intento ver la realidad.

Siento Yaiza, haber entrado tan de lleno en tu comentario desviándome así del tema por el que estamos comentando aquí (no es nada personal).

Y respecto al dilema de: especialización o diversificación. Estoy totalmente de acuerdo con Clara y solo añadir que nos decantemos tanto por una como por otra.
Hay que tener una cosa en cuenta y es que si escogemos la especialización, debemos concretar al máximo el tipo de cliente al que nos dirigimos. Y como ya he mencionado antes, esto es algo que me parece muy difícil tal como funciona el mercado. Sin embargo, si diversificamos, estamos ampliando nuestros horizontes y por lo tanto nuestros clientes potenciales. Aunque, también conlleve el riesgo de que nos estemos intentados abrir paso en mundo donde la innovación y destacar por algo realmente diferente es muy difícil.

Aquí dejo mi humilde, que no breve comentario.

Un saludo a todos,

Nora.

Anónimo dijo...

Hola Begoña,
Aquí te dejo, por fin, mi tan esperado comentario, jeje.

Yo, al igual que Yaiza pienso que es mejor que una empresa se especialice a que se diversifique, ya que es mejor que esta se intensifique en la producción de sus productos, haciéndolo más eficientemente que eficazmente, atrayendo así a más clientes a su mercado, incrementando sus ventas y aumentando pues sus beneficios.

Por el contrario pienso que al diversificarse una empresa está corriendo riesgos, puesto que se integra en un mercado nuevo junto con sus productos, y esto puede conllevarle al fracaso. Doy por hecho que la empresa hace un seguimiento previo de los gustos de los consumidores. Quiero destacar que esto no es tan simple como lo expongo.

Concluyendo, creo que pienso contrariamente al empresario Knight, el cual en su teorí afirma que la empresa corre una serie de riesgos al maximizar beneficios.

Y con esto finalizo mi intervención, que aunque no os lo parezca me ha costado su tiempo.
Saludos,
ELSA

Begoña dijo...

Buenas noches, Elsa:
Realmente llevaba mucho tiempo esperando tu visita. La espera ha merecido la pena, aunque tu comentario merece alguna que otra puntualización.

No sé qué quieres decir cuando señalas que la empresa ha de intensificar la producción haciéndolo más eficiente que eficazmente. Creo que la idea es que lo haga eficaz y eficientemente. Eficazmente en la medida en que consigue los objetivos que se haya propuesto: incrementar el consumo de sus productos, alcanzar una mayor cuota de mercado, alcanzar economías de escala, etc. Eficientemente porque lo habrá de intentar hacer con el menor coste posible u optimizando los recursos de los que dispone.

Me parece muy atinada tu observación acerca de que la diversificación comporta mayores riesgos que la especialización. Entre otras razones porque en el primer caso, la empresa se encuentra en terreno conocido, con una cuota de mercado determinada y una cartera de clientes más o menos establecida (aunque nunca se sabe). La diversificación supone adentrarse en un terreno si no desconocido si peligroso en la medida en que no se cuenta con las prerrogativas que ofrece la situación anterior.

Gracias, de todas formas, por intervenir en el foro. ¡Que no sea la última vez!
Begoña