domingo, 1 de marzo de 2009

Resistencia

Perdóname por ir así
buscándotetan torpemente, dentro
de ti.

Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.

Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.

Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.

Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.

Para llegar a élsubida sobre ti,
como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo,
ya ascendiendode ti a ti misma.

Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eras.
(Pedro Salinas)

Ha comenzado marzo y con él la tregua cuasi primaveral que el invierno nos había concedido. Ha desaparecido el sol en Pamplona. Cuesta volver a sumergirse de nuevo en el crudo invierno. Resulta sencillo acostumbrarse a ciertos climas, a ciertas gentes, a ciertos hábitos.
Aunque en líneas generales no me cuento entre las aficionadas a los enunciados universales, valgan la redundancia y la posible contradicción, tiendo a reconocerles una cierta validez de índole estadística. En esa categoría cabría clasificar la afirmación que señala que en los diferentes grupos laborales tiene lugar un proceso de acomodación psicológica a las formas y sistemas de trabajo que, a la postre, provocan que cualquier cambio sea recibido con suspicacia, cuando con auténtico rechazo.


El ser humano, -vuelvo a incurrir en la generalización-, huye de los cambios que alteran un universo doméstico y conocido. Lo no conocido, lo nuevo es rápidamente clasificado como sospechoso o amenazante. ¿De dónde procede esta tendencia al inmovilismo, pese a que lo políticamente correcto sea confesarse progresista? Lo cierto es que no creo que sea posible aportar una respuesta única, ni mucho menos cerrada a semejante cuestión. La resistencia a la innovación es uno de los grandes escollos a los que ha de enfrentarse la dirección de recursos humanos de una empresa. Tal vez, en el mundo empresarial, las causas de la resistencia al cambio haya que buscarlas en la adaptación previa que las personas han realizado: aprendiendo técnicas y métodos de trabajo; integrándose en un grupo con el comparten una serie de afinidades, normas o significados que los constituyen como unidad; acostumbrándose a un sistema de remuneración. Así que, desde esta perspectiva no resulta extraña la reacción contra la novedad que exige un cambio organizativo: esfuerzo de adaptación, y, sobre todo, incertidumbre.

Por tanto, si se desea evitar el fracaso de las innovaciones en el seno de las organizaciones, básicamente por falta de colaboración del personal que tiene que ponerlas en práctica, resulta conveniente tomar en consideración lo siguiente:
· Las innovaciones deben acometerse para solucionar verdaderas necesidades o conseguir auténticas mejoras. La regla de oro es evitar los cambios innecesarios.
· En relación con lo anterior: toda innovación ha de venir precedida de una explicación clara y concisa de los objetivos que se pretenden alcanzar con ella: un plan de implementación bien estructurado y los medios requeridos para su consecución.
· Los afectados han de participar en la medida de lo posible en la ejecución de las innovaciones e incluso en su diseño: de esa forma, se consigue una motivación positiva. Para ello es necesario que poseen un adecuado grado de formación: de ahí la importancia que este aspecto reviste en la vida de la empresa.


En última instancia, no se trata sino de recordar y no olvidar la máxima de oro: el principal activo de una organización son las personas que la integran y que potencialmente al menos pueden aportar lo mejor de sí mismas. La mala gestión de las innovaciones puede provocar que la balanza se incline a extraer de los miembros de la empresa su peor parte. Nuevamente el genio de los líderes debe comparecer y recordar que el buen gestor de personal es quien, precisamente, debe ser capaz de hacer que afloren, como en el poema de Salinas, los mejores “tús”. Las nuevas criaturas que todos eran.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas tardes Begoña,

Es cierto, que al ser humano( y me parece muy bien que pluralices), todo aquello nuevo, o mejor dicho desconocido, le provoca una sensación de desconfianza, de intimidación; pero también es cierto, o por lo menos desde mi ignorante punto de vista, que algunas de las mejoras ocurridas a lo lardo de nuestro tiempo, han venido dadas por lo diferente.
Así pues por ejemplo, la cultura de América era diferente y novedosa para nosotras; sin embargo, en vez de provocarnos desconfianza, hemos adoptado muchas de sus costumbres. Este es un ejemplo vago de lo que quería expresar.

Pese a estar de acuerdo con tigo cuando dices que la novedad exige un proceso de adaptación e incertidumbre, también debo decir que con el paso de los años esta adaptación nombrada en las líneas anteriores, cada vez será mas rápida, pues cada vez nuestra sociedad tiene mas “armas” para prever lo que se nos viene encima y contraatacarlo, ya sea algo positivo o negativo.

Esta claro, que la innovación no se debe utilizar para conseguir ser el mejor, sino para solucionar (como bien has dicho), los grandes problemas. Sinceramente, creo que alguna que otra empresa debería leer los tres puntos que aportas en esta entrada de tu cuaderno de bitácora, ya que la novedad no debe ser algo que se utilice de forma egoísta para el bien de uno mismo, sino que puede ayudar junto con el desarrollo, a la mejora mutua.

Saludos, Adriana.

Anónimo dijo...

Buenas noches Begoña:

En primer lugar he de decir que el hombre es un ser lleno de miedos por la ignorancia acerca del mundo en el que vive, ya que si vemos algo que aunque puede ser bueno nos levanta cierta sospecha enseguida prejuzgamos o directamente lo rechazamos. Vago ejemplo es el hecho de que mucha gente juzga a lo desconocido (un hombre de otra cultura) como tópico de que generalmente es malo solo por ser distinto. Somos así desconfiados por naturaleza simplemente por no acercar posturas a lo desconocido o por no querer salir del estancamiento que la rutina, y por lo tanto lo conocido, acarrea.

En cuanto a la tesis de fondo de tu entrada, fiel reflejo de la película que actualmente estamos viendo en clase, digo que en el concepto de cómo maneja una empresa los recursos humanos y como se lo toman los sindicatos, y más en concreto los trabajadores, puede llegar a ser dañino como cambio por la radicalización de las posturas que te llevan a defender unos ideales u otros. Como patronal debes defender los objetivos de la empresa y velar por un cumplimiento eficaz de estos, es verdad; pero como obrero agrupado en sindicato has de defender tus derechos. Pero lo que nos distingue de las demás especies es el hecho de que sabemos razonar y entendernos sin la necesidad de llegar a confrontaciones da igual políticas que físico-verbales.

Por lo tanto veo óptimo que las empresas respeten los principios que citas para la incorporación de innovaciones, porque que los trabajadores conozcan lo que se les propone y que a la vez sean más participes en la consecución de objetivos empresariales ayuda a que todos luchen por una causa común en concordancia hacia un fin.

Esperando sea productiva mi intervención:

César.

Anónimo dijo...

Buenas noches, Begoña

Espero ser de ayuda y aportar mi punto de vista. Por lo que he leído cesar ha comentado que este apartado trata sobre una película que estáis viendo en clase los de 2º así que supongo que no lo veré desde el mismo punto de vista que los de 2º. Me voy a basar en lo leído para argumentar este apartado.
Creo que esto es como la vida misma uno cuando esta trabajando en una empresa siempre va a tener unos derechos a los que agarrarse lo cual esta bien pero siempre tendrá que estar de acuerdo con el jefe. si el jefe dice de comprar una nueva maquina porque es una buena inversión ; mas rápido de hacer el trabajo ,mejor calidad y por supuesto reducir costes ( ala larga porque a invertido en maquinaria lo cual le a supuesto afrontar un precio del cual se va a ir recuperando poco a poco) esto implica al empresario echar plantilla porque las maquinas van a hacer el trabajo de algunos obreros con lo cual el empresario contento se ahorra el dinero que tiene que pagar a esos obreros. ¿Pero los obreros estarán contentos a estas innovaciones? Creo que no ¿no? estos como es normal reclamaran sin mucha satisfacción bajo mi punto de vista el que manda es el empresario. Entonces estamos en las mismas es buena una innovación o mala. Siempre hacia a algo nuevo sientes sensación de desconfianza luego te adaptas y ves que a tu trabajo le viene mejor. Como un problema de matemáticas al principio sientes incertidumbre va a ser complica llegaré a resolverlo luego conforme entras en materia te das cuenta que es mucho mas eficaz antes con 3 tres paso lo resolvías ahora es mucho mas sencillo y en 1 lo resuelves has tenido que trabajar duro pero lo has logrado.
Creo que en estos dos ejemplos se puede ver mas o menos lo explicado anteriormente me puedo equivocar y estoy abierta a nuevos puntos de vista.

Un cordial saludo,
Beatriz

Anónimo dijo...

Buenas tardes Begoña:
Me parecen muy ciertas todas las aportaciones anteriores sobre el hombre y su desconfianza, y aunque mi aportacón sea parecida, a mí me gustaría comentar que bajo mi punto de vista, el hombre es ambicioso y quiere saberlo todo, pero no puede. Al encontrar en su camino algo nuevo, innovador, desconocido, y que no sabe que repercusiones va a tener, tiende a desconfiar por miedo a perder lo que tiene, o por miedo a que le haga daño. En realidad el ser desconfiado yo lo clasificaría como un instinto tanto animal como huana(dada la desconfianza, un animal se esconde o ataca por ejemplo)y es algo totalmente natural y hasta cierto punto, saludable pero insisto, solo hasta cierto punto, pues tampoco es buena la desconfianza, pero siempre te hace dar pasos más seguros.
Respecto a las innovaciones en el terreno empresarial, me parecen puntos muy importantes los que has marcado, y por ello la mayoría de las empresas hacen estudios sobre qué beneficios me aporta una innovación, o qué beneficios me aporta otra.
Espero que haya servido de algo mi comentario.
Saludos:
Lorea

Joaquín dijo...

¡Apasionante debate!

En mi opinión hay algo que puede vencer la resistencia al cambio en el ser humano: LAS NUEVAS EXPECTATIVAS, ya que éstas constituyen uno de los más potentes factores en la motivación humana.


Cuando el cambio es externo a nosotros, la resistencia es mayor, puesto que debemos analizarlo y encontrar las nuevas expectativas que nos ayudarán a adaptarnos a él, a "sentirnos cómodos en él".

Sin embargo, creo que una innovación lleva incorporadas unas "nuevas expectativas", al menos para el innovador, que hacen vencer esa resistencia natural al cambio.

Cuando una empresa reliza una innovación, está claro de quién parte: de quien decide ejecutarla, generalmente la dirección. La decisión la toma de acuerdo a unas nuevas expectativas para la empresa.

Begoña nos habla de la importancia de explicar clara y concisamente a los afectados por la innovación. Fundamental.

Para lograr que una innovación resulte "óptimamente" exitosa, la dirección debería analizar las posibles nuevas expectativas que se abren para todos los integrantes de la organización (cada uno tendrá las suyas, pero las tendrá), para posterirmente comunicar los efectos de la innovación en cada uno de ellos, teniendo en cuenta las nuevas expectativas que se abren.

No sé ustedes, pero yo cuando se abren nuevas expectativas me encuentro mucho mejor...

Anónimo dijo...

"Renovarse o morir"

En mi opinión deberíamos partir de la naturaleza humana y lo que ello comporta.
Y me disculpo de antemano diciendo que siento generalizar, pero todos tendemos a la comodidad (que no al conformismo).
Esta comodidad puede acentuarse más o menos según la persona y como no la cultura. Patriotismos a parte, la española es muy dada a esta comodidad. Algo que en parte es comprensible.

Centrémonos que acabo perdiendo el hilo de la idea. Con todo esto sólo quería decir que no es fácil que la persona cambie su modo de trabajar o la mera rutina sin un motivo razonable. Por eso estoy de acuerdo con Joaquín en que es muy importante el papel que juegan los directivos/recursos humanos.
En ellos está la viabilidad de la innovación, es decir, que el empleado conozca a la perfección su labor: en qué consiste, qué rendimientos debe obtener en términos concretos a poder ser y la trascendencia que va a tener su buen obrar en los resultados que obtenga la empresa.

En extracto, hacerle sentir parte del proyecto, que sea consciente de que esa innovación es necesaria y va a suponer un progreso en la empresa. Haciéndole ver que su colaboración es fundamental y que también va a beneficiarle a él.

Un saludo,
Nora.