¡Grita libertad!

"El hombre está condenado a ser libre" (J. P. Sartre)

En ocasiones no resulta fácil elegir. Rara es la ocasión en la que el objeto, la actividad o incluso la persona escogida se presentan como irreprochables bazas. Sartre, que no admitía demasiados referentes para la elección y sin olvidar que su discurso se movía en las movedizas arenas éticas, llegó a afirmar que el valor se descubre a posteriori: "quiero lo bastante a mi madre para quedarme junto a ella, si me he quedado junto a ella. No puedo determinar el valor de este afecto si no he hecho precisamente un acto que lo ratifica y lo define".

Y sin embargo, buscamos criterios que guíen nuestras elecciones. La economía de la empresa no escapa a esta máxima general. De hecho, mis alumnos de 2º de Bachillerato (últimamente ausentes de este foro) han estudiado que el método PERT es un instrumento al servicio de la toma de decisiones que permite la planificación, ejecución y control de proyectos que requieren la coordinación de una gran cantidad de actividades entre las que existen relaciones de precedencia y que se han de realizar en un tiempo previamente fijado y con unos medios limitados.

El acrónimo PERT significa Program Evaluation and Review Technique. Nació como un proyecto conjunto realizado por la Oficina de Proyectos Especiales de la Marina norteamerica, la empresa aeronáutica Lockheed y la firma de consultores de Chicago Booz-Allen & Hamilton. En sus orígenes estaba presente la construcción de submarinos atómicos armados con proyectiles Polaris. Las primeras etapas del proyecto se realizaron en 1957. En febrero de 1958, el doctor C. E. Clark, matemático miembro del equipo, presentó las primeras nociones del diagrama de flechas o grafo-PERT; unos meses más tarde, en julio, se publicaba el primer informe del programa. A finales de 1958 se extendió al programa de misiles balísticos de la Marina. El resultado fue un adelanto de dos años sobre el plazo previsto que era de cinco años.

Los buenos resultados que arrojó su aplicación explican el éxito que este instrumento tuvo en la toma de decisiones de planificación. No puedo dejar de remarcar el hecho de que determinados instrumentos o aplicaciones inicialmente concebidas para fines militares, han acabado encontrando utilidades en el ámbito civil. El conocido GPS es un buen ejemplo de ello.

En esencia el PERT constituye la representación mediante un grafo del conjunto de actividades de un proyecto. Estas actividades han de realizarse en un determinado orden que el PERT ha de recoger, esto es, ha de respetar las relaciones de precedencia entre éstas. Las actividades se representan por flechas y los círculos representan nodos o finales de etapas. El primer nudo representa el estado de comienzo del proyecto. De este primer nudo partirán las flechas que representen a aquellas actividades que no tienen precedentes. El último nudo representa la finalización del proyecto y que suponen el destino de las flechas de actividades que no precedan a ninguna otra.

Los gráficos PERT están regidos por una serie de principios (designación sucesiva, unicidad del estado inicial y del estado final y designación unívoca). Como se deja ver a partir de lo anterior, los PERT permiten hacerse con una idea clara del desarrollo de un proyecto y, si se añade el factor temporal, esto es, la duración prevista de cada actividad, se puede llevar un control sobre las actividades que potencialmente son fuente de retrasos.

La utilidad de los PERT es evidente: la misma que poseen todos los criterios que ayudan a la decisión sea del tipo que sea. La proverbial tendencia humana a la búsqueda de referentes.