martes, 23 de febrero de 2010

La espalda del mundo


—Óiganme ustedes —exclamó Syme con énfasis desusado—. ¿Quieren ustedes que les diga el secreto del mundo? Pues el secreto está en que sólo vemos las espaldas del mundo. Sólo lo vemos por detrás, por eso parece brutal. Eso no es un árbol, sino las espaldas de un árbol; aquello no es una nube, sino las espaldas de una nube. ¿No ven ustedes que todo está como volviéndose a otra parte y escondiendo la cara? ¡Si pudiéramos salirle al mundo por enfrente!... (G.K. Chesterton. El hombre que fue jueves)



El espíritu, algo juguetón, de Chesterton, cultivador y apologeta par excellence de la paradoja, parece haberse apoderado de la realidad económica. Esta premisa se justifica mediante un procedimiento que no por sencillo deja de ser revelador: paso primero, teclear en google el vocablo 'trueque', paso dos, comprobar la ingente cantidad de páginas que proponen intercambios de bienes o servicios sin recurrir al llamado dinero legal. Primer término de la paradoja. Continuación del experimento: sin abandonar el famoso buscador, introducir el sintagma 'depósitos bancarios'. ¿Se atreven a contar el número de referencias? Si se amplia el campo de investigación, el experimento resulta aún más abrumador: por ejemplo, al indagar por 'productos financieros'. El grado de sofisticación de sus diseños llega al paroxismo. Segundo término de la paradoja. Una sociedad que ha heredado una de las mayores invenciones, el dinero, y que la ha refinado hasta los extremos señalados, parece, al menos alguno de sus miembros, renunciar a su uso en pro de una forma de intercambio ciertamente rudimentaria. ¿Cómo conviven en aparente y pacífica armonía dos tendencias situadas una en las antípodas de la otra? ¿Es la defensa del trueque una suerte de involución o una liberación?

Mi indigencia intelectual me impide dar con una respuesta que traspase las fronteras del tópico, por lo que se la ahorraré. Sin embargo, y volviendo a la vocación introductoria de este blog, quiero centrarme en el segundo término de la paradoja y explicar a mis alumnos de 1º de Bachillerato qué tipos de depósitos bancarios cabe distinguir con el fin de que entiendan qué se entiende por 'dinero'. En primer lugar, hay que hablar de los depósitos a la vista, también llamadas cuentas corrientes que otorgan a su titular la posibilidad de disponer inmediatamente de la cantidad en depósito. En segundo lugar, los depósitos de ahorro que normalmente están instrumentados en libreta y admiten operaciones semejantes a las de los depósitos a la vista, aunque normalmente el montante depositado está comprometido durante un tiempo. Y, para finalizar, los depósitos a plazo son los fondos entregados a un plazo fijo y que no se pueden retirar antes del tiempo estipulado sin una penalización. Por consiguiente, los depósitos a la vista presentan una mayor liquidez, pues se convierten de forma inmediata y sin pérdida de valor en dinero líquido.

Con esta distinción se está en disposición de entender la definición de dinero como la agregación del llamado dinero legal o fiduciario, formado por los billetes y monedas emitidos por el banco central y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y el dinero bancario, esto es, los depósitos que un agente económico puede tener en un banco. A ambos sumandos habría que añadir otro tipo de instrumentos prolijamente utilizados como las tarjetas de crédito, cheques de viaje, tarjetas monedero, etc. La definición de dinero recoge un amplio dominio y en continua expansión de instrumentos que permiten, en última instancia, facilitar los intercambios. Quienes defienden el trueque niegan la mayor, esto es, que el dinero realmente facilite los intercambios. Otra forma de rebelarse contra las espaldas del mundo.

Se ofrecen clases de economía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas noches Begoña.
Después de haber leído esta entrada, me gustaría comentar mis puntos de vista sobre algunas preguntas acerca de el trueque y el dinero.

"¿Es la defensa del trueque una suerte de involución o una liberación?"
No creo que suponga ningún tipo de regresión social, económica o de otra índole.
En el trueque, todos los comerciantes colaboran entre sí, siendo al mismo tiempo productores y consumidores.
Esto supone una ventaja para aquellos que poseen una cantidad de bienes que excede lo necesario, a la vez que carecen de un bien necesitado.
Mediante el trueque con otro comerciante en su misma situación, se les permite a ambos "deshacerse" de ese bien sobrante a la vez que adquieren su bien precisado. De esta manera se establece un comercio de ayudas mutuas. Dicho de una forma coloquial, se matan dos pájaros de un tiro.
Desde mi punto de vista, es un buen medio para el aprovechamiento de recursos, habilidades y conocimientos de cada persona, que puede abrir nuevas posibilidades laborales a personas que tienen un trabajo no remunerado.
Sin embargo, el trueque no siempre funciona de manera tan sencilla, pues este método de pago se encuentra bastante limitado y en ocasiones puede ser poco eficaz.
Por ejemplo: El comerciante A cultiva lechugas y el comerciante B cultiva coliflor.
El comerciante A necesita coliflor, por lo que podría comerciar con B. Pero resulta que éste no necesita lechugas.
Ya no se podría realizar el intercambio.
Para este caso, utilizar el dinero como método de pago sería lo más eficiente.

"¿Cómo conviven en aparente y pacífica armonía dos tendencias situadas una en las antípodas de la otra?"
Precisamente por lo dicho anteriormente. En mi opinión, son las diferencias entre uno y otro las que hacen posible que exista esa armonía. Esa convivencia es necesaria, ambos métodos son útiles, y yo diría que no necesariamente suplementarios.

Un saludo
Laura Quesada

Anónimo dijo...

Trueque es un intercambio de objetos o servicios por otros objetos y servicios, y se diferencia de la compraventa en que no hay dinero involucrado en el intercambio.

Es un invento muy antiguo.El ser humano siempre ha tenido la necesidad de cambiar los objetos que poseía pero no necesitaba, por aquellos que realmente deseaba.
Según la psicóloga y socióloga Heidemarie Schewermer, con el trueque es difícil que haya grandes diferencias entre ricos y pobres.Ella repartió todas sus pertenencias y todo lo que necesita lo obtiene por intercambio.Dice que es más feliz como mujer y se siente más libre ahora que vive sin dinero porque tiene lo que quiere.
Puede ocurrir que lo que ofrecemos no interese a nadie, y por lo tanto no hay intercambio de bienes.
Cuando existe el dinero en la adquisición de productos no puede ocurrir lo dicho anteriormente, ya que el dinero facilita todas las operaciones comnerciales, favoreciendo así la expansión del comercio; es aquí donde creo que damos la espalda de nuevo al mundo, ya que moviendo el dinero,comprando y vendiendo bjetos es como favorecemos la buena marcha económica del país.

Maialen