Los electrocardiogramas planos resultan, para quienes aún habitamos o esquilmamos este planeta, qui sait, una horrible posibilidad. Aunque la vida, en ocasiones, esté surcada de falsas planicies, las cimas y los valles constituyen su esencia. Y también conforman el transcurso del año escolar. Si hace apenas una semana mis alumnos y yo disfrutábamos un pico, -en mi cumbre yo leía el libro que más me ha impactado en mucho tiempo, Nunca me abandones (no pinchar si se piensa leer)- hoy nuestras coordenadas se encuentran próximas a un abismo del que será imposible escapar completamente hasta bien pasado junio. Más dura será la caída, aseguraba el título de la última película de Humphrey Bogart.
Que no cunda el pánico ni el pesimismo. Sigo hablando de dinero. Al menos, con mis alumnos de 1º de Bachillerato. Tal vez con la sola intención de tocar fondo -a partir del que todo lo que se vislumbra son subidas- voy a atreverme con uno de los temas más áridos de la teoría económica: me estoy refiriendo a la oferta monetaria. Como siempre, la higiene intelectual requiere la definición del término que se ha de definir, por eso, comenzaré señalando que en términos clásicos se entiende por 'oferta monetaria' la cantidad de dinero que circula en una economía, o, dicho de otro modo, la suma del efectivo en manos del público (billetes y monedas) y los depósitos bancarios.
Ahora bien, tal definición remite a la clarificación de un concepto previo, que no es otro que el de depósito bancario. Como dicha cuestión ya fue abordada en su día, baste en este momento con señalar que esta diversidad es la que justifica que en los manuales al uso al hablar de oferta monetaria se distingan varias tipologías, que usualmente reciben el nombre de agregados monetarios. Al igual que cualquier categorización, la que sigue encuentra su justificación en la utilidad que proporciona a las autoridades monetarias.
- El agregado M1 tiene sólo en cuenta el dinero efectivo más los depósitos a la vista.
- La oferta monetaria en sentido amplio o M2 se calcula tras añadir a M1 los depósitos de ahorro.
- Disponibilidades líquidas o M3. Resulta de añadir a M2 otros activos líquidos (depósitos a plazo, cesiones temporales de activos, participaciones de activos, depósitos en moneda extranjera y empréstitos, así como pasivos emitidos por el ICO y entidades de ámbito operativo limitado) . Es el concepto de oferta monetaria más utilizado.
- Los activos líquidos en manos del público (ALP) o M4.
Así la definición de oferta monetaria dista mucho de ser estática o de presentar un electrocardiongrama plano. Todo lo contrario: se trata, sin duda, de un concepto en plena revisión, en la medida en que depende de la inclusión o no de nuevos activos financieros.
Mañana será otro día. La caída será menos dura.
2 comentarios:
Saludos, como siempre es un placer deleitarme con sus escritos.
Josafat
Muchas gracias, Josafat.
Espero seguir contándolo entre mis lectores.
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